Entrevista a Manfred Kopper, Director de la Dimensión Ambiental de la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED)

La reciente adopción del Acuerdo de París y su firma por 174 países y la Unión Europea han significado la adquisición de nuevos compromisos en la escala internacional en lo referente a la mitigación y adaptación ante el cambio climático. Dichos compromisos, más allá del sector público, se extienden a otros sectores clave como lo son el privado y la sociedad civil y exigen la consolidación de estrategias articuladas que consideren sus necesidades específicas y que permitan la adopción de medidas realistas para abordar el cambio climático.

Con la finalidad de conocer más detalladamente los retos que representa el Acuerdo de París para el sector empresarial entrevistamos a Manfred Kopper, Director de la Dimensión Ambiental de la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED), que es una organización costarricense que aglutina a más de 120 empresas tanto del sector público como del sector privado que trabajan en proyectos de responsabilidad social.

La AED a través de su equipo técnico ha analizado los desafíos ambientales, sociales y económicos que se enfrentan en Costa Rica con la finalidad de diseñar herramientas y metodologías que permitan movilizar al sector empresarial para que a través de sus estrategias de negocios contribuyan a resolver dichos desafíos.

Los trabajos de la AED la llevaron a participar en la COP21 en la cual presentó una propuesta de la manera en la que se debe negociar para incorporar a los diversos sectores productivos en las contribuciones nacionales de reducción de emisiones.

“Los empresarios no solo están dispuestos a contribuir a los desafíos ambientales sino que ya se están moviendo.”

Manfred Kopper explica que para abordar el cambio climático es necesario buscar soluciones que fomenten la confianza, pues, lejos de buscar culpables, es fundamental promover la articulación entre los distintos sectores –público, privado y sociedad civil– y buscar estrategias ganar-ganar que permitan la generación de beneficios para todos.

Asimismo, señala que, debido a la ruta trazada por el Acuerdo de París, el sector empresarial debe decidir antes de 2020 si se auto-regula participando activamente en la definición de las metas nacionales de reducción de emisiones o si lo regulan, pues de cualquier manera a nivel global se definirán las metas ese año.

 “Si hay un país que puede mover el tema ambiental a nivel global y que se puede convertir en el laboratorio de energías renovables, de temas ambientales y del tema de sostenibilidad en general es Costa Rica.”

Además, Kopper, recalca que en materia ambiental Costa Rica es un país vanguardista que ha tenido avances significativos tales como el pago por servicios ambientales, algunos programas de compensación y de fijación de carbono y programas como Bandera Azul Ecológica que han impulsado la movilización de un gran número de personas. No obstante, señala que es necesario ordenar las iniciativas que se están llevando a cabo a nivel nacional para escalarlas y potenciar su impacto y promover la participación en especial de la sociedad civil.

En este sentido, menciona que es fundamental comprender que los consumidores tienen el poder de cambiar el comportamiento de las empresas por lo que deben de ejercer un contrapeso importante para exigir que sus prácticas sean sostenibles. El reto radica en lograr que el consumo responsable se escale para que cada vez más personas exijan productos amigables con el ambiente, la sociedad y la salud y para que de esta manera los conceptos “sostenibilidad” y “competitividad” se armonicen.

“Poco a poco vamos a ver cambios en las empresas ya no solo por un tema de sostenibilidad sino por un tema de competitividad, ya no solo va a ser algo bonito sino algo necesario.”

Te invitamos a escuchar la entrevista completa: