El Reino Unido está avanzando con la organización de la  próxima conferencia climática de la ONU (COP26) en Glasgow después de un año de retrasos debido a la pandemia en curso.

Se espera que entre 20.000 y 25.000 delegados de países, representantes de los medios de comunicación y miembros de organizaciones de la sociedad civil participen en la conferencia de este año. Esta conferencia se realizará del 31 de octubre al 12 de noviembre.

Las reglas de cuarentena del Reino Unido, los requisitos de vacunación y el alto precio de los hoteles y los alquileres de Airbnb han hecho que el camino sea difícil para aquellos que buscan asistir a la conferencia con recursos limitados.

Estos nuevos desafíos amenazan con distorsionar aún más la representación en la COP. Las ONG del Sur Global han estado históricamente subrepresentadas en conferencias anteriores. Por ejemplo, en la COP21 en París, las ONG del Sur Global solo representaron el 25 por ciento de la representación total de las ONG.

Además, la COP26 marca la cuarta conferencia climática consecutiva en Europa, y las tres anteriores se llevaron a cabo en Alemania, Polonia y España.

Las naciones incluidas en la lista roja deben ponerse en cuarentena

El Reino Unido ha acordado relajar algunas de sus reglas de cuarentena relacionadas con COVID. Los países reciben una designación verde, ámbar o roja según la gravedad del brote en su nación en particular.

Los delegados vacunados de los países incluidos en la lista verde y ámbar no estarán obligados a ponerse en cuarentena. Las restricciones para los delegados provenientes de países de la lista roja se han suavizado un poco antes de la COP26. Los delegados vacunados de la lista roja deberán permanecer en cuarentena durante al menos cinco días a su llegada si están completamente vacunados, mientras que los delegados no vacunados deberán permanecer en cuarentena durante 10 días completos.

Actualmente hay 57 países en la lista roja del Reino Unido. Estos países son principalmente del Sur Global, donde las vacunas aún no han llegado a gran parte de la población. La mayoría de lasnaciones latinoamericanas se encuentran actualmente en la lista roja, incluida Costa Rica.

El costo actual de permanecer en una instalación de cuarentena en el Reino Unido es de £ 2,285 ($ 3,164) por persona para una estadía de 10 días. Esta es una suma increíblemente grande para muchos representantes del Sur Global. Según Bloomberg, el gobierno del Reino Unido está sopesando si puede pagar estos gastos por sí mismo, especialmente cuando se trata de delegados de países en desarrollo.

Distribución desigual de la vacunación

Los representantes del Sur Global también enfrentan el obstáculo adicional de cumplir con las recomendaciones de vacunas del Reino Unido. El Reino Unido “recomienda encarecidamente” que todos los participantes lleguen completamente vacunados.

Las vacunas han sido de fácil acceso en gran parte del Norte global durante meses, ya que las naciones ricas continúan acumulándolas, mientras que este no ha sido el caso en la mayor parte del mundo.

El Reino Unido ha ofrecido vacunas para los asistentes no vacunados para garantizar que la mayor cantidad posible de asistentes estén completamente vacunados. El plazo para registrarse para una vacuna del país anfitrión cerró el 29 de julio.

Precios altísimos

El costo de la conferencia ha sido muy alto para los delegados que desean asistir. Las habitaciones en el portal oficial del hotel para la COP26 costaban hasta £ 888 la noche, lo que excluía a aquellos que esperaban tener un acceso razonable a las negociaciones.

Quienes han buscado alternativas más económicas se han encontrado con dificultades. Nuestra propia reserva de Airbnb, que se hizo hace varios meses, se canceló después de que el propietario mencionara que necesitaba aumentar el precio en un 50 por ciento, alegando que “cobró muy poco por la que es la conferencia más grande del mundo sobre el cambio climático”. Otros han tenido experiencias similares.

En La Ruta, creemos que la participación en el proceso de gobernanza climática es un derecho que todos deben compartir. Los acuerdos actuales, tal como están, ponen en riesgo la representación del Sur Global.

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