Costa Rica presentó cuáles son las condiciones y retos para un financiamiento climático transformacional en el país, esto en el panel  «Implemanting NDCs in developing countries with climate finance», en marco de la COP22,  co organizado por el Banco de Desarrollo de América Latiana (CAF), ministerio de ambiente y desarrollo sustentable de Argentina, Amazónicos por la Amazonía y La Ruta del Clima.

En este side event también participaron representantes de los gobiernos de Argentina, Colombia, de la sociedad civil de Perú y del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) quienes comentaron sus experiencias sobre la implementación de los NDCs y su vinculación con el financiamiento climático en sus respectivos países.

La directora de cambio climático del Ministerio de Ambiente y Energía en Costa Rica, Andrea Meza, hizo énfasis en la importancia de convertir la agenda climática en un modelo de desarrollo y que para lograrlo se requieren dos aspectos en cuanto al financiamiento, el primero es incluir a los diferentes sectores en la transformación y el segundo es en cuanto a la cooperación internacional.

«Las siguientes inversiones que hagamos deben ser bajo este nuevo modelo de desarrollo, ese es el reto que tenemos: que el resto de las instituciones publicas costarricenses y los actores privados se casen con la idea de que esto es lo que va a darle dinamismo a la economía costarricense y le va a restar las ineficiencias que tenemos», explicó Meza.

Además, mencionó que uno de los principales retos que tiene el país es cuantificar de forma más clara cuáles son los requerimientos financieros  porque «hay datos aproximados pero hay que hacer un análisis mejor para  establecer una estrategia financiera. Alinear cuánto va a venir de financiamiento publico y habilitar canales para alinear esa movilización de financiamiento privado. Sabemos que esa transición va a costar dinero, pero creemos que es un costo inicial que después va a atraer muchos réditos», dijo, Meza.

Costa Rica, según indicó Meza, gasta un 4% de su Producto Interno Bruto (PIB) anual en factura petrolera y más de un 82% del petróleo que se importa es dirigido al sector transporte, la meta país sería poder modernizar y reducir ese consumo que finalmente se convierte en emisiones, contaminación y enfermedades y redireccionarlo  «imaginen el impacto, la independecia energética… sería un éxito por todas partes: no gastamos divisas afuera, consumimos energía limpia que tenemos y además tendríamos un montón de co beneficios», dijo.

Por otro lado, Carlos Gentile, sub secretario de cambio climático y desarrollo sustentable de Argentina, comentó acerca de la experiencia de este país en cuanto a la integración y diálogo con los  diferentes sectores «las decisiones tomadas no solamente son elaboradas a un nivel técnico sino validadas a nivel ministerial y por lo tanto incluidas en los planes sectoriales. Esto es muy importante para destacar porque si no estas medidas no podrían ser llevadas a la práctica», dijo. Además, agregó que esto permitió que la contribución fuera transparente, consensuada y articulada.

En el caso de Colombia, Silvia Calderón, Subdirectora de Desarrollo Ambiental Sostenible del Departamento Nacional de Planeación,  explicó que empezaron por responder cuáles son las necesidades del país y, en segundo lugar, cuáles son los instrumentos para unir esa demanda con la oferta y cuáles son las posibles fuentes de financiamiento.

En cuanto a Perú ,el asunto de reforestación de la Amazonía para la mitigación es su principal meta «la importancia de la amozonía es fundamental para el país, si bien dentro el proceso de contribución nacional esta priorizado el tema de agricultura, salud ciudades, el tema de bosque tienen una relevancia fundamental. Además es transversal para el cumplimento de las otras metas dentro de todo el proceso», dijo Rosa Karina Pinasco, directora ejecutiva de Amazónicos por la Amazonía.