Alimentando el fuego

Las dos caras de la lucha contra el cambio climático.

En la última década, la cantidad de emergencias por peligros naturales ha incrementado hasta 6 veces su valor, de las cuales, el 72% fueron de origen climático, trayendo consigo pérdidas materiales y humanas. En el Perú, el  81% de la producción agrícola total (a nivel de 8 cultivos) presenta una vulnerabilidad crítica y muy crítica ante sequías severas y fuertes.

En otras partes del mundo como México, se han registrado tormentas extremas, Europa ha logrado su record en olas de calor, los bosques de Indonesia se han visto amenazados por imparables incendios forestales, mientras que en islas del pacífico sur como Tuvalu, el 50% de los habitantes se han visto desplazados por las tormentas y ciclones.

Todos estos eventos tienen un común denominador y se llama Cambio Climático, el cual tiene su origen en el incremento de temperatura del planeta causado por  el uso intensivo de combustibles como el petróleo y el carbón. Ante esta situación se presenta la Cumbre Climática COP21, a realizarse en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre,la cual es considerada como  una oportunidad para que los gobiernos logren un acuerdo que represente una acción real global frente al cambio climático y que defina el futuro de la humanidad en lo que va del siglo.

Sin embargo,  lograr el tan necesario acuerdo climático, podría verse seriamente amenazado por conflictos de intereses, en especial  de grandes compañías líderes en el sector energético, según indica el  reporte “Alimentando el Fuego, los grandes contaminadores detrás de la COP21” publicado esta semana por la ONG internacional Corporate Accountability International.

De acuerdo a este informe, el fracaso de las últimas 20 Conferencias climáticas en lograr un acuerdo climático contundente y vinculante, se debería al trabajo e influencia a nivel político internacional  por parte de corporaciones líderes en el sector hidrocarburos y nuclear. Estas corporaciones incluirían a Exxon Mobil y Shell que han llevado a cabo campañas para negar la existencia del cambio climático, así como, las compañías ENGIE GDF Suez, EDF Electricé de France, BNP Paribas (El séptimo banco más grande del mundo), por citar algunas, las cuales actualmente financian las negociaciones climáticas de Paris como forma de Responsabilidad Social Corporativa.

Por otro lado, asociaciones comerciales como BussinessEurope, integradas por corporaciones como Anglo Persian Oil Company BP, Shell y Exxon Mobil, entre otras, han incluso enviado recomendaciones formales a la Unión Europea con referencia a las políticas energéticas. Una de ellas indica: “Reducir el soporte a la expansión del mercado de energías renovables, debido que a los precios de este tipo de energías no son viables para la economía de la Unión Europea”. Discurso que contradice a lo evidenciado por la Agencia Internacional de Energía,  que recientemente comunicó que los precios de la energía solar y del viento se han reducido significativamente durante los últimos 5 años.

Y así, tal como lo menciona Joshua Galperin, director del Programa de Política y Leyes de la Universidad de Yale:

“La negación del cambio climático y los crímenes corporativos han obligado a los interesados ​​en el futuro de nuestro planeta a comprometer su llamado para una acción significativa a que encajen en las agendas con fines de lucro de la responsabilidad social corporativa”.

Nos encontramos ante una situación crítica, mientras que durante Cumbre del Clima, los gobiernos y la sociedad civil negociarán por mantenernos dentro de la meta de no superar los 2 grados centígrados de temperatura mediante la reducción de emisiones de gases de efectos invernadero, entidades privadas como BNP Paribas, uno de los bancos más famosos por financiamiento en plantas de carbón, aún continúan apostando e invirtiendo en un futuro basado en el uso de este combustible fósil , justificando sus inversiones como un medio de desarrollo para obtener electricidad a bajo costo y constante, el cual sería beneficioso para la sociedad.

Sin embargo, surge la pregunta ¿“Beneficioso” para qué  sociedad?, Esa sociedad es la misma que está representada por los agricultores peruanos afectados por las sequías y heladas, la sociedad representada por los habitantes de Tuvalu desplazados por las tormentas y ciclones, la sociedad de los millones de damnificados por el Cambio Climático.

Este fenómeno hace mucho tiempo atravesó las fronteras de los países y unió al mundo entero en un solo problema,  cuya solución, según expertos y líderes ambientales de todo el planeta, se aleja y se divorcia del tradicional discurso de las compañías de combustibles fósiles y aquellos que los financian

“Es clave usar el dinero de la manera más inteligente posible, apostando por aquellas soluciones energéticas más eficientes, más limpias, que garantizan prestaciones más convenientes para las demandas económicas de los siguientes años”…“Evidentemente el esfuerzo debe ser mayor en las economías industrializadas, sin embargo la mayor parte de los países latinoamericanos tienen un perfil que les permite pensar en un crecimiento libre de carbono”

Teresa Ribera, Director del Instituto para Desarrollo Sostenible y relaciones internacionales. Colaborador del Reporte Miles.

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